Enmarcado en las actividades que desarrolla la Dirección de Formación Continua y Desarrollo Permanente de la UCSC, en conjunto con las facultades de la Casa de Estudios y que tienen por propósito fortalecer los vínculos con establecimientos de educación de la región, se realizó el “Taller de Reflexión Colaborativa”.
El encuentro, gratuito y certificado, fue organizado por la académica de la FACEA, Melany Hebles, quien explicó que se decidió llevarlo a cabo “para comenzar a instaurar en la cultura organizacional de los establecimientos educacionales la relevancia de las prácticas de reflexión, en especial las colaborativas para promover cambios transformacionales en dicho sector”.
La profesional también señaló que el aprendizaje colaborativo permite crecimiento y mejora continua en los equipos de trabajo. “En el entorno educativo es aún más relevante, ya que tiene un rol destacado en la formación de ciudadanos y dado el contexto actual globalizado en el que estamos, es que necesitamos focalizarnos en el desarrollo de las personas y para eso tenemos que promover una cultura colaborativa. La colaboración favorece el desarrollo de proyectos comunes con sentido y eso se trasmite luego a los estudiantes, donde el foco estará en la persona y su crecimiento, validándolo y reconociéndolo”.
Durante dos horas, los participantes tuvieron la oportunidad de ver cómo se generan diferentes distinciones y análisis a partir de la reflexión con otros. “Me pareció una muy buena iniciativa, pues uno de los grandes problemas que tenemos es cómo articular el trabajo colaborativo y la retroalimentación pedagógica con el administrativo. Por esto, sería bueno que los directores pudiéramos juntarnos en una segunda jornada y enfocarnos más en ello. La colaboración entre pares, el aprender del otro y confiar en los demás debiera instaurarse como una práctica institucional, ya que es primordial para el desarrollo profesional de los docentes, así como para la formación de los estudiantes”, sostuvo el director del Liceo Andrés Alcázar de Tucapel, Guillermo Soto.
En tanto, Melany Hebles agregó que los grupos pudieron identificar diferencias y elementos comunes de sus prácticas pedagógicas y de liderazgo, y en base a eso realizar un análisis crítico del convivir junto a otros: “Creo que pudieron salir del estado de la queja y transitar a estados emocionales más orientados a las oportunidades y posibilidades de cambio en base a la autogestión”.