“Administración alimentaria y control en los costos operacionales para los locatarios de Caleta Lenga” es el nombre del proyecto ejecutado por el equipo PROSALUD de la UCSC y que benefició a 22 trabajadores gastronómicos, pertenecientes a tres locales de esa localidad en temáticas de manipulación de alimentos, mediante el sustento teórico y práctico.
El equipo a cargo de la iniciativa está compuesto por los académicos de la Facultad de Medicina: María Pía Mardones (responsable del proyecto), Jacqueline Ibarra y Samuel Meza (colaboradores) y las estudiantes de nutrición: Consuelo Lagos, María José Peña, Claudia Álvarez y Jeniffer Lara, exalumna.
El proyecto consideró capacitación presencial y remota, con el apoyo del Manual de Capacitación Audiovisual en Manipulación de Alimentos para Trabajadores de Locales Gastronómicos de Caleta Lenga, elaborado por el equipo de profesionales de la Casa de Estudios.
Las jornadas consideraron capacitación en presentación personal de manipuladores de alimentos, lavado de manos, sanitización de frutas y verduras, uso de desinfectantes y sanitizantes, procedimiento de desinfección de superficie y mesones, procedimiento de desinfección de utensilios y tablas, y estructura del manual.
Buenos resultados
Ariel Soto, dueño Local “Mono 3”, indicó que “las maestras quedaron contentas con las temáticas, se agradece temáticas productivas, precisas y acotadas a nuestros tiempos disponibles. Las manipuladoras sienten que esto suma para ellas también.
«Me pareció necesaria, oportuna y provechosa y por lo mismo satisfactoria, muchas gracias», expresó Rubén Andrades, dueño restaurant Viejo Lobo de Mar.
“Fue una experiencia muy amena y enriquecedora, poder ser parte, apoyar y reforzar contenidos y prácticas que beneficien no tan solo al restaurant sino que también a todos quienes un futuro podríamos ir ahí”, sostuvo María José Peña, estudiante de Nutrición y Dietética.
Por su parte, María Pía Mardones, responsable proyecto, indicó que “involucrar a estudiantes en un proceso de capacitación, antes de su internado, le da seguridad de contar con las herramientas entregadas durante el pregrado para resolver exitosamente. Así también, mencionar que dado los buenos resultados obtenidos y lo útil de las capacitaciones realizadas, se nos solicitó la actividad en nuevos locales interesados, lo que nos permitirá proyectarnos teniendo una mayor cobertura. Cerramos el proyecto FAE pero seguimos trabajando con otros locatarios”.
Finalmente, Samuel Meza, colaborador proyecto, manifestó que es “un proyecto que se genera para resolver una necesidad de los locatarios y que, dado las condiciones actuales debimos buscar y repensar formas para responder y mantenernos vinculados con la comunidad de Lenga. Cabe mencionar que, algunos locatarios (de los que iniciaron el comercio gastronómico) reconocen a la UCSC como uno de los impulsores de lo que ellos son hoy en día, por lo tanto, creo que tenemos una responsabilidad mayor con ellos”.