Un completo análisis de lo que significa la responsabilidad social en las universidades fue el que compartió con la Comunidad UCSC, la Coordinadora del Observatorio de Responsabilidad Social de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Dra. Gladys Jiménez.
Su exposición se llevó a cabo en el marco del lanzamiento virtual de la nueva Dirección de Compromiso Social de la Casa de Estudios, la que, de acuerdo a las palabras de su Directora, Romanette Aguilera, tendrá la finalidad de promover, articular y evaluar el desarrollo de proyectos, programas e iniciativas sociales colaborativas entre la comunidad universitaria y el medio externo, en las áreas del quehacer institucional, fortaleciendo la vinculación bidireccional y el sello identitario UCSC.
Por su parte, la Dra. Jiménez sostuvo que la responsabilidad social “es una forma de ser y habitar la universidad desde su misión-visión, en tanto comunidad, espacio de la sociedad vinculada con/el territorio, desde el respeto a la dignidad de la persona y sus derechos inalienables, la búsqueda del bien común y la co-transformación social, especialmente relacionadas con la justicia, la cultura del cuidado y del encuentro”.
Asimismo, explicó que esta tiene un sentido nuclear que significa que debiera estar presente en todas las funciones universitarias y que como comunidad no se puede olvidar que su fundamento lo constituye ‘la persona’. “El reconocimiento de una ética de la responsabilidad social compromete como principio básico la inviolabilidad de la dignidad de la persona humana”.
Sobre la misión y visión de la UCSC, afirmó que en ellas se establece explícitamente la responsabilidad social universitaria desde su identidad católica, en especial aquella asumida para contribuir a formar profesionales de excelencia y ciudadanos responsables, con la capacidad de hacerse eco de la realidad, así como de generar acciones que propendan a favorecer el desarrollo humano y sostenible para una sociedad justa e igualitaria.
De igual modo, señaló que el gran desafío que tienen las universidades católicas en esta materia es tejer redes, tanto al interior de las instituciones como con el territorio y que la reciprocidad de esta interacción enriquezca, al mismo tiempo, a ambas comunidades, teniendo la posibilidad de co-construir nuevas oportunidades de desarrollo y bienestar.
“Este diálogo permanente en reciprocidad y horizontalidad es esencial. Todo ello nos desafía a reconocernos en la confianza, la solidaridad, la voluntaria estima por el otro. Por eso la responsabilidad social es voluntaria, no se puede obligar”, concluyó la Dra. Jiménez.