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Investigación aborda la realización de pellets para calefacción a partir de especies invasoras

Por UCSC

Jean Pierre Molina M.

Flavio Espinoza Monje, estudiante del Doctorado en Ciencias con mención en Biodiversidad y Biorecursos de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), publicó la investigación titulada: “Management of invasive shrubs to mitigate wildfire through fuel pellet production in central Chile”. El estudio se desarrolló junto a la Dra. Laura Azócar como directora de tesis, además del Dr. Gustavo Saíz, como co-director, ambos docentes de la UCSC.

Las especies invasoras que fueron analizadas son Teline monspessulana (retamilla), Rubus ulmifolius (zarzamora) y Ulex europaeus (espino). La principal característica de las tres es su abundancia en la región y la naturaleza pirófita de cada una que las convierte en biomasas altamente propagadoras de incendios forestales. A partir de esto, entonces es que se decide caracterizarlas fisicoquímicamente con la finalidad de postular una nueva alternativa de biomasa para la fabricación de pellets destinados tanto a uso domiciliario como industrial. Las muestras fueron obtenidas desde Interfaces Urbano-Forestal de diferentes núcleos urbanos de la Región del Biobío, y en una primera instancia por medio de modelamientos utilizando el programa FlamMap 6, se logró determinar el beneficio ambiental que la extracción de este tipo de vegetación genera en la disminución de diversos indicadores de virulencia de incendios forestales, registrándose descensos de más de un 80% en el calor por unidad de área y más de un 70% en la intensidad de línea de avance del fuego.

Existe una alta abundancia de especies invasoras en la Región del Biobío y con poco o nulo uso conocido. “Quisimos estudiarlas a fondo, conocer sus parámetros fisicoquímicos, desarrollar nuevas formulaciones en base al cumplimiento de la norma de calidad ISO 17.225-2, y postular una de ellas para la fabricación de pellets que puedan ser utilizados tanto a nivel domiciliario como también industrial. Además, que esta investigación tuviese un impacto ambiental positivo, considerando la línea de biorecursos de nuestro Doctorado”, comentó.

De este modo, luego de los análisis se determinó en base a un índice de calidad de biomasa, que la retamilla es la más conveniente a la hora de considerarla como parte de la materia prima del pellet. Parte de los parámetros analizados tiene que ver con que la humedad sea baja y su poder calorífico mayor, generando un bajo porcentaje de cenizas junto a una buena compactación. “En general, las tres presentaban mayor poder calorífico que el pino, el que es el más utilizado en la industria. Al mezclar pino con la biomasa alternativa obtenemos un producto con mayor poder calorífico. La retamilla funciona mejor que el espino y la zarzamora, y resulta ser una buena alternativa de biomasa para ser pelletizada”, explicó.

Aproximadamente, para lograr un buen resultado se propone que el 80% del pellet provenga del pino, mientras que el 20% sea de retamilla, lo que a niveles industriales aporta considerablemente a la biomasa total utilizada como materia prima.

El gran aporte además es que estas especies invasoras son pirófitas, esto quiere decir que se propagan fácilmente posterior a incendios forestales y contribuyen a dificultar el control de estos, además son buenas competidoras que desplazan a vegetación nativa, estas características otorga un valor agregado a la investigación.

Un dato importante es que en los últimos años la industria del pellet ha sufrido quiebre de stock, ya que la materia prima depende del funcionamiento de aserraderos. “La importancia de esta investigación es buscar una nueva alternativa, proponerla y generar alternativas de materia prima para no depender 100% del aserrín de pino. De este modo al mezclarla, una planta productora podrá conseguir mayores volúmenes de producción”, detalló Flavio Espinoza.

También, es importante dar un uso a una especie que lamentablemente genera un impacto negativo, su abundancia puede alcanzar hasta 75 toneladas por hectárea para zonas cubiertas con ejemplares adultos, y es un riesgo a la hora de presentarse un incendio forestal. “Esta investigación además fomenta el uso de pellets y esto contribuye a mitigar la problemática de contaminación atmosférica. Utilizar pellets se considera una energía más limpia comparado con el uso de leña. Además, se da uso a una biomasa que en el medioambiente no ofrece muchos beneficios, además arde fácilmente, con todos los daños a nivel de ecosistemas terrestres y contaminación atmosférica que ello conlleva”, complementó.

Cabe señalar que el próximo desafío y en los que ya se está trabajando, es considerar el uso de aditivos naturales, para lograr que la formación del pellet alcance una mayor durabilidad y bajas emisiones, necesaria para la viabilidad en traslado y almacenamiento del producto. Actualmente, los investigadores se encuentran finalizando este proceso.