Cuidados necesarios para frenar la obesidad infantil durante la pandemia - UCSC
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Cuidados necesarios para frenar la obesidad infantil durante la pandemia

Por Camila Meza Sparza

Alrededor de un 51% de los niños de Prekinder sufren obesidad o sobrepeso, de acuerdo a los resultados del Mapa Nutricional de la Junaeb, cifra que podría llegar al 60% en niños Quinto Básico. Este escenario incluso es aún más complejo considerando la pandemia por Coronavirus que ha generado un cese de las actividades normales durante diez meses. Por lo que generar hábitos saludables en esta época es vital para evitar el exceso de peso en niños.

La nutricionista y académica de la UCSC, Vanessa Rodríguez, manifestó que “existen estudios que indican que las conductas alimentarias de prescolares y escolares se han visto afectadas por el estrés al que se han enfrentado por el cambio de su rutina, ya que ahora pasan excesivo tiempo frente a las pantallas, no tienen espacio para recrearse, no ven con sus compañeros y tienen excesivo tiempo de sueño”.

Las recomendaciones hasta los cinco años, es tratar de disminuir los alimentos procesados porque son productos que, en dosis muy elevadas, pueden provocar cáncer gástrico. Es fundamental el consumo de frutas y verduras, aprovechando las especies de temporada e inculcar al menor la relevancia de incorporar ensaladas en el almuerzo y en la cena. Además, un correcto ciclo del sueño es importante para la regulación del apetito, ya que afecta el sistema endocrino, aumentando o reduciendo las ganas de comer.

La docente de la Facultad de Medicina, comentó que es ideal que se consuman el azúcar de frutas, cereales integrales y leches, además de beber entre 1.200 a 1.500 milímetros de agua y aumentar la actividad física. “Esto último es vital, ya que encuestas arrojan que uno de cada cinco niños, entre los 9 y los 11 años, manifiestan realizar actividad física en tiempo de confinamiento”.

A todo lo anterior, se suma otro factor determinante para evitar la obesidad infantil y reducir la carga de las enfermedades no transmisibles. Se denominan los “1000 días de vida”, que se dividen en los primeros 270 días desde la gestación hasta los primeros dos años. En este periodo se determina la “programación fetal”, que apunta a que toda la alimentación que tendrá la madre influye enormemente en la marcación genética de la obesidad y posteriormente de las enfermedades cardiovasculares presentes. La misma preocupación de debe tener en el periodo de lactancia y los hábitos de alimentación cuando el niño crece.

“Es muy importante recalcar que todo se traduce en la importancia de incorporar a los menores a los hábitos alimentarios de la familia, los que deben ser saludables para que adquiera las conductas adecuadas”, concluyó la nutricionista.